
El famoso carpintero y arquitecto Lu Ban -también conocido como Maestro Gongshu- vivió en China en el siglo V y fue quien inventó las famosas pérgolas.
Estos refugios, aún hoy pueden encontrarse en varios puntos del país, especialmente en zonas montañosas y campestres y su función es protegerse del sol o la lluvia.
Mujer con visión
En estos puestos de protección se inspiró su ingeniosa esposa Yun Shi, quien inventó una suerte de mini pérgola portátil, hecha con cañas de bambú y pieles de animales. Estamos hablando del primer paraguas-sombrilla (en chino: 雨伞, pinyin: yǔsǎn).
Este accesorio tuvo tanta repercusión que rápidamente se extendió a diversos países de Asia y de Europa.
Un accesorio de lujo
Sin embargo, este elemento tan útil no sólo era utilizado para guarecerse del sol y la lluvia, sino que también fue implementado por las mujeres y hombres de la realeza como elemento distintivo para completar la elegancia de su atuendo.

En estos casos se elegían paraguas y sombrillas confeccionadas en finísima seda o papel pintado.
Símbolo de cortejo
En las historias de amor también estuvieron presentes, las doncellas se ocultaban detrás de ellos o los movían en forma sugestiva para atraer la atención de su enamorado.
Incluso, en las bodas chinas tradicionales, se acostumbra a cubrir a la novia con un paraguas rojo nuevo para alejar a los malos espíritus.