No cabe duda que el durazno es una de las frutas más consumidas en casi todo el mundo, esto se debe a su delicioso sabor, textura y propiedades nutricionales; incluso en China, de donde es oriundo, se dice que es el alimento de los inmortales. Esta afirmación se basa en una antigua leyenda que cuenta que Yu Huang, el Emperador de Jade, estaba casado con una bella mujer llamada Xi Wangmu, también conocida como la Reina Madre del Oeste, ella vivía en las montañas de Kunlun, en el lejano oeste, donde se encontraba la línea cósmica que dividía el Cielo y la Tierra.
Allí existía un jardín oculto entre las nubes. En él crecían unos duraznos muy especiales y quien los comiera se volvería inmortal, aunque los frutos maduraban únicamente una vez cada 3000 años. Por lo cual, lejos de lo que se podría creer eran muy pocos los que podían acceder a él y era precisamente la Reina Madre quien se los suministraba a quienes consideraba dignos de una vida eterna.
Cada seis mil años también se llevaba a cabo un gran banquete llamado Pantao Hui o “Festival de los duraznos”, en el cual se reunían todos los seres inmortales del mundo, desde luego, el plato principal era este mágico fruto.
