Y para desayunar… ¡churros!

En el desayuno clásico chino no puede faltar la leche de soja y un buen youtiao (油條), literalmente, “palo frito en aceite”, es decir, un churro.  Si bien su forma no es igual a los que podemos encontrar en Argentina, su sabor es bastante similar. La diferencia más significativa es que a nosotros nos gustas rellenos con dulce de leche y cubiertos con chocolate y ellos lo prefieren impregnados con una salsa picante.

Bien, cada hemisferio tiene su estilo para comerlos, pero es indiscutible que están presentes en la cocina mundial. Por esa razón hoy te ofrecemos la receta de los auténticos e internacionales churros.

Ingredientes:

1 vaso de agua tibia
1 cucharada de levadura
1/2 cucharadita de azúcar

2 tazas de harina
1/2 cucharadita de polvo para hornear
1 cucharadita de sal fina
1 cucharada de aceite de oliva

Aceite para freir

Manos a la masa

Mezclar el agua tibia, la levadura  y el azúcar. Remover bien y dejar reposar durante 10 minutos hasta que se active.

En otro recipiente, colocar la harina, la sal y el polvo para hornear;  agregarle la levadura y el aceite de oliva.  Mezclar con espátula de madera, volcar a la mesada y amasar entre 10 o 15 minutos, hacer un bollo y  dejar en reposo, tapado con un repasador durante 2 horas o hasta que se infle al doble.

Cumplido ese tiempo, aplanar la masa y doblarla varias veces; dejar nuevamente en reposo hasta que vuelva a levar (esto dependerá de la temperatura del ambiente).


Por último, cortar en trozos pequeños, amasar cada uno por separado, darle forma cilíndrica y marcar al medio con el reverso de un cuchillo.

Calentar aceite de maíz o girasol en una sartén profunda y, cuando esté hirviendo, freírlos. Al retirarlos es mejor colocarlos sobre papel absorbente

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