Cuando nace un bebé en China, el primer regalo que reciben de sus abuelas son los zapatos de cabeza de tigre, esta costumbre tan antigua como arraigada expresa los mejores deseos para el nuevo integrante de la familia y la protección ante las
energías malignas que pudieran asecharlo.
Lejos de lo que un occidental puede suponer, los niños no reciben solamente un
par, ya que se estaría transmitiendo mala suerte, lo ideal es entregar 6, 8 ó 12, números de la suerte para la cultura china, además en cuanto más pares, mayor será la suerte que tendrá el pequeño.
La técnica de elaboración de este zapato es totalmente artesanal, razón por la cual se ha declarado “Patrimonio Cultural Inmaterial”.
Básicamente, este calzado es similar a las pantuflas cerradas o los escarpines, aunque su proceso de confección es mucho más trabajado y detallista. Otra característica es que están hechos totalmente a mano. Para hacer los ojos, las cejas, la boca y la nariz del tigre se utilizan técnicas de bordado, con las cuales se perfilan los rasgos feroces de este animal. Algunos artesanos también emplean pelos de conejo en la cabeza del tigre para lograr un efecto más real, especialmente cuando los niños comienzan a caminar y estos se mueven.
En cuanto a los colores, en general se usan los tonos rojo y amarillo, considerados de buena suerte y en la suela se imprimen nueve flores para asegurarse que al destinatario todas las cosas le resulten como lo desea.
Si bien esta costumbre esta implementada en todo el país, cada región tiene su propio estilo, algunos le agregan la palabra rey, otros fortuna, algunos bordan al tigre con su cría o junto a una urraca, un ave de buen agüero, etc. Lo cierto es que ningún bebé puede dejar de tener los hermosos “Zapatos cabeza de tigre”.
