Zhepama y Zhemima, creadores del mundo

La etnia Achang es una de las 56 minorías oficialmente reconocidas por el gobierno de la República Popular China y habitan en la provincia de Yunnan, sudoeste de China. Ellos tienen una rica cultura y una historia muy especial sobre el origen del mundo.

Tal como lo describe la filosofía taoísta, el mundo era una masa de aire en caos; primero apareció la luz y luego la oscuridad y de la interacción entre ambas, según los Achang,  surgieron Zhepama (el Padre Celestial) y Zhepima (la Madre Terrenal). 

Zhepama, con un látigo mágico creó el cielo, el sol y la luna y las colocó sobre dos montañas que formó arrancándose los pechos.  Entre ellas colocó un árbol y luego dio forma a  las nubes, estrellas y todo el firmamento.
Zhepima tejió la tierra con su cabello, creó  los mares con su sangre y con su  carne un gran barco, sobre el cual colocó a la tierra. Pero la tierra es más grande que el cielo, y éste no la puede cubrir completamente,  entonces causando un terremoto la tierra se acomoda y el cielo se ajusta a ella.

Zhepama y Zhepima se conocen y surge el amor y el deseo de crear a alguien que domine este mundo. Se casan y después de  nueve años ella pare una semilla de calabaza, que creció hasta convertirse en un gran árbol del que salió una flor. Esta no paró de crecer durante nueve años y Zhepama por temor a que estalle el mundo le dio un golpe con su látigo perforándola. De allí salieron nueve niños que son el origen de todas las naciones.

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